Microsoft, dispuesta a frenar las copias piratas de sus programas, puso en marcha ayer un sistema de protección llamado Ventajas de Windows original que permite que sólo los usuarios que hayan pagado la licencia del programa puedan descargarse las actualizaciones de internet. Así, pretende controlar las versiones ilegales de sus programas --una de cada tres, según la compañía--, ya que los usuarios que tienen sistemas pirata en el equipo no podrán ya beneficiarse de las actualizaciones gratuitas que periódicamente se ofrecían. Este sistema está en fase de prueba en España desde febrero.

La decisión afectará a millones de usuarios en todo el mundo, ya que se estima que Windows está presente en nueve de cada diez ordenadores. La única excepción a este sistema antipirateo son las actualizaciones de seguridad, que seguirán disponibles para todos los usuarios, tengan o no licencia, a través del sistema de descargas. A partir de ahora, cada usuario, en la primera visita a la página de descargas de actualizaciones, recibirá una invitación para participar en el programa WGA y se descargará un componente que comprobará la autenticidad del programa.