Un millar de inmigrantes subsaharianos llegan cada mes a la ciudad de Nuadibú (norte de Mauritania) con la intención de embarcarse en un cayuco con rumbo a las islas Canarias. Así lo afirmó ayer Yahya Uld Mohamed, wali (gobernador) de la ciudad, ante la delegación gubernamental española que analizó la crisis con las autoridades locales.

En cualquier caso, la situación de estas personas es completamente legal hasta que zarpan hacia Europa. Los ciudadanos de los países vecinos sólo deben mostrar su documento de identidad para cruzar la frontera mauritana, en virtud de los convenios en vigor de libre circulación entre esos estados. "Desde el punto de vista administrativo, hay poco que hacer", admite Mohamed Abdalá Cherif, alcalde de Nuadibú.

Es difícil saber quiénes de los más de 15.000 subsaharianos que viven en Nuadibú son potenciales inmigrantes clandestinos y quiénes no. Esta ciudad de 90.000 habitantes acoge a un buen número de extranjeros que se ganan precariamente la vida en la pesca o la construcción. Además, parte de la población africana es de raza negra, como los inmigrantes.

Los subsaharianos que intentan ir a Europa no se concentran en campamentos ni nada parecido, sino que conviven con los residentes de su misma nacionalidad en barrios machacados por la pobreza como Cité Snim, Sale y Accra. Y entre estos residentes habituales también los hay que se deciden a intentar la travesía. "Entre los últimos muertos hay gente que llevaba diez años en la ciudad", explica Yahfdu Uld Amar, máximo responsable de la seguridad en Nuadibú.

No hubo grandes concreciones después de las reuniones de la delegación española, encabezada por el secretario de estado de Exteriores, Bernardino León, y el de Seguridad, Antonio Camacho.

Yahya Uld Mohamed sí fue más al detalle, al cifrar en 600.000 uguiyas (unos 200.000 euros) al mes las necesidades de la administración para poner en marcha un plan de acción.

Mientras, ayer continuaron llegando pateras a las Canarias. Un total de cinco embarcaciones con 146 inmigrantes a bordo arribaron en las últimas 24 horas. Ademñás, el buque Esperanza del mar recuperó ayer otro cadáver con lo que ya son 25 los cuerpos sacados del mar tras el naufragio de una embarcación que había zarpado de Mauritania.