El Ministerio de Industria recibió ayer una relación de 1.180 webs que supuestamente facilitan la descarga no autorizada de música, vídeos, películas y series de televisión. La denuncia no provenía de ningún organismo de defensa de los derechos de autor, sino de los propios responsables de estas páginas, que pretenden, de alguna manera, desbordar las pretensiones del Gobierno de acabar con esas webs.

Se llama La lista de Sinde, en alusión a la película de Steven Spielberg y al apellido de la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, la abanderada en la nueva legislación contra las descargas. No está formada por ninguno de los grandes portales que ofrecen vínculos o archivos para ser descargados, sino por las páginas de asociaciones de vecinos, blogs o pequeños partidos políticos.

"Es una campaña en respuesta a la intención del Gobierno de crear una comisión censora en el Ministerio de Cultura para cerrar y bloquear webs sin las garantías de un juicio previo", dicen los artífices de la iniciativa. "Nuestro objetivo --añaden-- es responder con esta nueva lista de otras 200, 2.000 o 20.000 páginas que el Gobierno debería también censurar por la misma razón: compartir cultura".