EL AYUNTAMIENTO pretende que esta medida, en pruebas, reduzca las partículas en suspensión en el aire un 30% y el tráfico del centro histórico un 10%. El impuesto, de entre dos y 10 euros, depende del tipo de vehículo y la contaminación que produzca. Así, los coches que circulan con carburantes ecológicos no deben pagar. EFE