Miles de personas hacen cola desde primera hora de la mañana en las cuatro terminales del aeropuerto de Barajas para saber si podrán volar en las próximas horas y, mientras algunos de ellos lograr facturar sus maletas porque tienen posibilidades, otros se ven obligados a pedir la devolución de su dinero.

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El espacio aéreo de Madrid, al igual que el de Barcelona, Baleares y Canarias, permanecerá cerrado hasta el mediodía debido a la falta de controladores aéreos, la mayoría de los cuales abandonó su puesto ayer por la tarde.

Esto ha provocado que cientos de personas hayan pasado la noche en el aeropuerto madrileño, a los que esta mañana se están sumando muchas más que, a pesar de las recomendaciones de AENA y de las compañías aéreas, han decidido ir a Barajas para comprobar si pueden volar.

En la terminal 4, la de mayor tránsito aéreo, el personal de AENA y de las compañías informa a los pasajeros que van llegando, que se encuentran con un panel de vuelos de salida con más de 50 cancelaciones, de que no se sabe cuándo se reanudarán los vuelos, por lo que si quieren saberlo con seguridad tienen que hacer cola ante los mostradores de facturación de cada compañía.

Tras hacer una media de una hora de cola, los trabajadores de las compañías les explican si tienen posibilidades de volar hoy, porque su vuelo cuenta con una lista de espera corta, o si no las tienen y tendrán que esperar al menos hasta mañana, domingo, o el lunes.

La mayoría de las personas que tienen posibilidades de volar hoy facturan sus maletas y se dirigen a otra cola, la del control que da acceso a la zona de embarque, que permanece cerrada.

Los que no tienen opciones de volar en las próximas horas optan por hacen la cola en las oficinas de atención al cliente de las compañías para reclamar y pedir que les devuelvan el dinero de sus billetes.

Las pantallas de información de Barajas muestran un mensaje en el que se explica que "debido al abandono masivo del puesto de trabajo de los controladores aéreos, Iberia se ve obligada a cancelar todos sus vuelos hasta las 11.00 horas del día 4 de diciembre. A partir de ese momento operaremos regularmente si se abre el espacio aéreo".

Un mensaje similar se escucha cada pocos minutos por megafonía, en el que se especifica que la regulación de la situación "depende de la voluntad de los controladores" y se aconseja a los pasajeros que se pongan en sus compañías aéreas.

Varios de los viajeros afectados han explicado a Efe que han decidido venir al aeropuerto, a pesar de que se recomienda informarse por teléfono o internet antes de hacerlo, porque así podrán tener información de primera mano sobre lo que ocurre y reclamar si es necesario.

Todos han expresado su enfado por el hecho de que unos trabajadores, que han calificado como "privilegiados" y "caraduras", hayan causado "un caos total" justo en el puente de la Constitución, y se han mostrado partidarios de que "controlen los militares o quien haga falta para que la situación se arregle".

Mientras la zona de salidas está llena de pasajeros, la de llegadas está casi vacía, ya que únicamente están aterrizando algunos vuelos transoceánicos que ya habían partido cuando los controladores abandonaros sus puestos ayer.