Noelia de Mingo, la médico residente que supuestamente en estado de enajenación mental mató a tres personas e hirió a siete en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en 2003, se negó ayer a declarar, mientras que cinco de los heridos aseguraron que la acusada tenía un comportamiento extraño desde hacía algún tiempo.

En el juicio, que comenzó ante la sección decimosexta de la Audiencia Provincial de Madrid, la acusada, para quien el fiscal pide 65 años y 11 meses de prisión y alternativamente internamiento en un centro cerrado por el mismo tiempo, se negó a contestar a las preguntas de todas las partes ante el tribunal.

Sin embargo, sí lo hicieron cinco de los heridos, personal sanitario del centro hospitalario, quienes se refirieron a la actitud previa de De Mingo y recordaron que era "poco comunicativa" y tenía una actitud "rara".

Una de ellos, Maria A.V., médico residente que se encontraban en la sala donde comenzaron los hechos y fue herida por la acusada, aseguró que antes de lo ocurrido había imaginado que ésta podría llegar a herirle. "Tenía una mirada extraña, como desencajada, riéndose todo el rato y me daba miedo", explicó.

Incluso otra, Belén A.D., recordó que la médico residente fallecida, Leilah El Ouaamari, unos días antes le dijo: "cualquier día me va a clavar un puñal en la espalda".

Según explica el fiscal, sobre las 14.20 horas del 3 de abril del 2003 Noelia de Mingo estaba en su lugar de trabajo, situado en la sala de control 43 de la tercera planta, y "de una manera sorpresiva" sacó un cuchillo y comenzó a agredir "por la espalda" a sus compañeros.

Así, Leilah El Ouaamari recibió cinco puñaladas y murió, mientras que María A.V., resultó lesionada, al igual que Belén A.D., y la enfermera Carmen F.C., y la supervisora Pilar P.M.

Luego, la acusada salió de la habitación y apuñaló a Jacinta Gómez y a Félix Vallés, quienes fallecieron, y otras tres mujeres, Carmen L.A., Carmen M.L., y Cristina T.C., también recibieron puñaladas y resultaron heridas.

María A.V., a preguntas del fiscal, aseguró que la acusada nunca la amenazó, aunque dijo que sí tenía una actitud "agresiva" mientras que Carmen F.C., manifestó que "Desde el martes, Noelia llegaba totalmente desaliñada, con la cara desencajada, una mirada perdida y las manos en los bolsillos. Y en el control se relegaba a un sitio y no participaba en las historias clínicas", recordó. El juicio seguirá hoy.