Los primeros en censurar el uso de calcetines blancos fueron los porteros de las discotecas, sin duda, gente de reconocido buen gusto. Si la prenda iba acompañaba de zapatillas de deporte, la furia de los gorilas era incontenible. Algo parecido sucede en el Ministerio de Economía de Holanda. Una publicación interna considera que los calcetines de estilo tenis "transgreden los límites de un comportamiento decente en el atuendo" de los empleados del ministerio.

Un funcionario del Ministerio de Hacienda recordaba ayer que la "gente debe vestir de acuerdo con su función" y recomienda a los trabajadores que lleven trajes grises o azul oscuro para "comunicar seriedad y profesionalidad".