El pintor Miquel Barceló obtuvo ayer el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2003 en reconocimiento a una obra, a la que vive "consagrado", y que "entronca" con la mejor tradición artística española. Barceló (Felanitx-Mallorca, 1957), el artista más joven en obtener el Premio, es un pintor y escultor capaz de reconciliar lo rompedor y la tradición que está considerado uno de los creadores más prestigiosos del panorama internacional de finales del siglo XX, por su constante búsqueda de sus propios límites.

El artista que se encuentra en Italia trabajando en un mural de cerámica que se colocará en la Catedral de Palma, afirmó sentirse "muy feliz" con la concesión de un galardón que dijo no merecer. La decisión del jurado despertó algunas discrepancias en el mundo del arte. Luis Feito, López Hernández o Canogar lo discutieron.