Jesús Vázquez lo anunció en el escenario de Oropesa (Castellón). "Este año, todo va a ser diferente", dijo del concurso de Miss España en la pregala del sábado. Y lo fue. La organización, siempre en el punto de mira feminista, forzó la búsqueda del espectáculo y por primera vez, además del pase en bañador, hizo desfilar a las aspirantes con biquini. Sorprendente, cuando tanto insisten en que tan o más importantes que el físico son la inteligencia y la cultura.

La participación en la 44 edición del concurso, que aún no había elegido a la nueva miss al cierre de esta edición, ha sido de altura, ya que gran parte de las misses superan los 170 centímetros y, algunas, los 180. La mayoría calzan un 40 o más. Quizá por ello, en algún momento las cámaras de Tele 5 se centraron en esa parte de sus anatomías.

El primer asalto fue para Eva María González, Miss Sevilla, de 22 años, admiradora de Isabel Allende y Roberto Benigni, que logró los dos títulos en juego: Elegancia y Pelo Bonito. Otra andaluza, la cordobesa María Carrillo, aficionada a Antonio Gala, fue Miss Simpatía. Al contrario que en las últimas ediciones, en las que un par de favoritas acaparaban todos los premios, en esta ocasión las expectativas se mantuvieron hasta el final.