TEtl Papa asegura estos días que la crisis puede ayudar a redescubrir el sentido de la Navidad. Yo creo que es lo contrario, que la Navidad está ayudando a redescubrir el sentido de la crisis. Ya he contado otras veces que en Navidad todo es mentira, bueno, todo menos los precios de los juguetes, esos son una ilusión. En el mundo de los juguetes las constructoras siguen vendiendo sus casas (de muñecas) a precios desorbitados. Setecientos euros una casita de muñecas de 30 por 50 centímetros. El precio por metro se ha disparado en los últimos años, es la falsa burbuja del juguete. Pero todo lo que es mentira tiene su truco, su cosilla, su misterio. Un misterio que si se comprende, si desaparece, hace que todo se vuelva más humano, más normal. Por ejemplo, algunos críticos y biógrafos pensaban que Carlos Gardel tenía un bello defecto de pronunciación que se podía apreciar en sus discos. Si se escuchan con detenimiento sus tangos, parece que el cantante argentino no pronuncia bien la N, que en su boca se convierte en una agradable R. Más que tangos eran targos . Pero ese bello misterio tenía su explicación. En aquella época los instrumentos para la grabación de discos eran muy rudimentarios. Con la energía de la propia voz el cantante hacia vibrar una membrana que movía una púa, que, a su vez, grababa sobre el disco matriz. Ese proceso hacía necesario que se pronunciaran consonantes fuertes, ya que las débiles no podían dejar su huella en el disco. Por eso la N de Gardel quedó registrada para siempre como una R. Esa es la explicación del misterio del targo . Sencilla y humana. No sé, lo mismo lo que hay que hacer en estas fechas es acabar con el misterio de la Navidad para conseguir que todo sea más humano, más real. Empezando por la crisis o por el Papa. Es lo mismo.