Gestos tan simples como abrocharse el cinturón de seguridad o ponerse el casco hubieran salvado la vida a una parte importante de los fallecidos en la carretera durante Semana Santa. La Dirección General de Tráfico (DGT) destacó ayer, sorprendida, que el 49% de los muertos en turismos y furgonetas en estas fechas no habían tomado la elemental medida de precaución. En el caso de las motocicletas, el dato es más preocupante: ninguna de las cuatro víctimas tenía protección alguna.

Tanto la DGT como la mayoría de expertos consideraban hasta ahora que las campañas de concienciación sobre la importancia de los dos elementos habían surtido efecto, especialmente en carretera. El director general de Tráfico, Pere Navarro, expresó su "desagradable sorpresa" y la conclusión de que "habrá que insistir de nuevo" en la importancia de estas medidas.

Una de las funciones de los coches camuflados de que dispone la DGT es poder detectar a los viajeros sin cinturón. Los agentes son conscientes de que cuando se acercan con un vehículo sin camuflar es muy fácil que los implicados se coloquen el artilugio rápidamente.

VELOCIDAD Y DISTRACCION Respecto a las causas de los siniestros no ha habido novedades. Encabezan la lista las más habituales: la velocidad (28%) y las distracciones (23%).

El saldo final en toda España ha ascendido a 105 muertos, 2 más que el año pasado. Con todo, la cifra es la tercera mejor de la última década. Pere Navarro se mostró optimista. "Hemos consolidado la tendencia a la baja iniciada el año pasado. Lo que ocurre es que entonces el número de muertos bajó un 20% y esto es muy difícil de mantener. Sobre todo, con un Lunes de Pascua con dos siniestros múltiples", argumentó.