La mayoría de los 1.528 encuestados confiesan el mal ejemplo que han dado a sus hijos: el 50,6% empezó a tomar alcohol antes de los 18 años y otro 34% no esperó más allá de los 24.

Los analistas consideran en línea con esta precocidad el alto consumo actual: el 20,7% toma alcohol a diario; el 15,6%, varios días a la semana, y el 26,9%, un día a la semana.

Solo el 24% afirma que no ha tomado una sola gota de alcohol en el último año.