Los toros de la ganadería sevillana de Miura han sosprendido con un séptimo y penúltimo encierro en el que, pese a su fama de no prestar atención a los mozos, han sido varios los corredores --una decena-- que tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios, dos de ellos al parecer con herida por asta.La avalancha de personas que se ha dado cita en el recorrido ha contribuido a aumentar la peligrosidad de una carrera que se ha completado en casi tres minutos.Los diestros Juan José Padilla y Estefan Fernández M, así como el ganadero Vitorino Martín hijo se encontraban entre los numerosos corredores que han elegido a esta tradicional ganadería en Pamplona, donde lleva viniendo 45 años, generalmente en las jornadas de más masificación, para participar en el encierro.Los seis toros, cuyo peso oscila entre 565 y 680 kilos, han abandonado los corrales de Santo Domingo a las 8.00 horas, encabezados por los mansos y, ya antes de que se produjera el contacto con los mozos, uno de los bureles se ha desviado hacia la derecha y uno de sus hermanos ha comenzado a derrotar por la izquierda una vez que se habían encontrado con los corredores.De forma compacta han continuado por la cuesta de Santo Domingo, donde ha podido observarse bonitas carreras, aunque ya para la curva de acceso a la plaza del Ayuntamiento uno de los toros se había situado al inicio de la manada.En la curva del Ayuntamiento a Mercaderes se ha resbalado uno de los astados, que al parecer ha llegado a alcanzar con la punta de su cuerno a uno de los mozos.La típicas caídas de los toros después de chocar contra el vallado de la curva de la Estafeta ha hecho que la manada se haya roto y uno de los miuras ha quedado definitivamente descolgado de sus hermanos, siendo llevado no sin dificultades por los corredores ante el despiste del animal por la multitud que le rodeaba.Esta circunstancia han ocasionado momentos de peligro en los que el astado se ha fijado en algún corredor, a los que se ha sumado un pequeño montón que se había formado en esta misma calle instantes antes y junto al que el rezagado ha pasado sin prestar atención.Tanto en este tramo como en Telefónica se han sucedido las caídas de los corredores y en este último punto además se han vuelto a vivir situaciones de tensión al quedar sueltos después de resbalar dos de los astados, uno de los cuales ha alcanzado tocó con el cuerno a un mozo, mientras sus hermanos entraban ya en la plaza dejando un par de volteados en el callejón.Finalmente los seis miuras han entrado en la arena aunque el último de ellos se ha resistido a introducirse en chiqueros y ha hechos amago de volverse hacia los corredores, algo que evitaron los pastores a punta de capote.