Letizia Ortiz se convirtió el jueves pasado en la prometida del príncipe Felipe y futura reina de España vestida por un italiano, Giorgio Armani. Y esa elección ha creado malestar en el sector de la moda española, que hubiera preferido para la ocasión un made in Spain. "Ella debe tener mucho cuidado y saber de quién tiene que vestir o no por el papel que ya desempeña", dijo ayer el diseñador madrileño Fernando Lemoniez. El director de la barcelonesa pasarela Gaudí, Paco Flaqué, también manifestó que "la Casa Real tiene el deber de promocionar la moda del país".

Flaqué y Lemoniez no fueron los únicos que ayer lamentaron el de Letizia al diseño italiano. Según la agencia Europa Press, en un acto de la Asociación de Creadores de España, el diseñador Elio Berhanyer aseguró que, aunque el conjunto "era precioso", tenía un lamparón: "No era español". Sus colegas Roberto Torretta y Modesto Lomba también alzaron, educadamente, sus alfileres. Aun así, estuvieron "convencidos" de que la futura reina de España sabrá remendar su error y eligirá una firma española para su traje de boda.

"MAYOR SATISFACCION"

También diplomático, el diseñador alicantino Hannibal Laguna, afirmó que hubiera sentido "mayor satisfacción" si una firma del país hubiera vestido a Letizia en su tránsito de periodista a prometida del Príncipe. "Desconozco las circunstancias, pero estoy seguro de que habrá mucho tiempo y muchas otras ocasiones para que vista moda española", dijo este especialista en trajes de novia.

Letizia Ortiz (en la foto derecha, el jueves pasado, en la petición de mano junto al Príncipe), que solía vestir de los gallegos Purificación García y Adolfo Domínguez en su etapa de periodista televisiva, compró para la petición de mano un traje pantalón blanco de seda de Giorgio Armani. El conjunto, con escote pronunciado, cuenta con un precio aproximado de 2.100 euros (unas 350.000 pesetas). Sus homólogos en Adolfo Domínguez cuentan con casi un cero menos en la etiqueta: oscilan entre 280 y 400 euros (de 46.000 a 66.000 pesetas).

Mientras tanto, los artistas del Museo de Cera de Madrid ya han empezado a dar forma al busto de barro (en la foto de la izquierda) con el que Letizia Ortiz entrará en la nómina de personalidades del centro.

La ciudad ha empezado, pues, a ponerse las pilas cara al enlace, que se celebrará a finales de junio. Uno de los grandes retos son las obras que tienen patas arriba la ciudad. En este sentido, el ayuntamiento comunicó ayer que iniciará la ambiciosa remodelación de la carretera de circunvalación M-30 en el segundo semestre del próximo año, tras la boda.