La inmensa necrópolis de Sakara, al sur de El Cairo, oculta todavía abundantes secretos enterrados bajo la arena. Arqueólogos egipcios han descubierto la momia "más hermosa" hallada hasta ahora. Así la describió ayer ante los periodistas Zahi Hawass, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias. "Los antiguos egipcios dibujaron en esta momia las más fantásticas escenas que he visto en mi vida", dijo Hawass.

La momia, o en concreto el cartonaje donde se conserva el cuerpo momificado, presenta una rica decoración en colores cálidos que no han perdido la tonalidad original. El cartonaje está hecho de lino endurecido con yeso y pasta de papiro. Sobre esta cubierta se pintaron escenas en azul turquesa, amarillo dorado y rojo. En una de ellas Anubis, el dios del más allá, conduce al difunto. En otra, Maat, diosa de la verdad y el orden, extiende sus alas protectoras. En el lugar del rostro se halló una máscara de oro.

El cuerpo, a examen

Todavía se desconoce la identidad del difunto. Se sabe, por las inscripciones de la momia, que data de la última dinastía faraónica, la XXX, que gobernó Egipto entre el 378 y el 341 antes de Cristo y que sobrevivió a las invasiones persas hasta la llegada de Alejandro Magno, que dio lugar a la dinastía de los Tolomeos, a la que perteneció Cleopatra. "El cuerpo será sometido a exámenes radiológicos para determinar su sexo y el puesto que ostentaba el muerto", adelantó Sabri Abdelaziz, uno de los arqueólogos responsables de la excavación.

El hallazgo se ha hecho público poco después de un doble atentado terrorista, el sábado, muy cerca del Museo de El Cairo, que puede afectar negativamente a las expectativas turísticas de Egipto. Zahi Hawass, el influyente pero discutido responsable de la arqueología egipcia, suele dar golpes de mano propagandísticos cuando así conviene.

La momia de vivos colores fue hallada en Sakara, necrópolis de la antigua ciudad faraónica de Memfis, al lado de la pirámide de Teti, primer faraón de la VI dinastía. En la misma zona, hace dos meses, hallaron tres féretros con sus momias, una de ellas recubierta de un velo de cuentas azules, en una tumba oculta al abrir por casualidad una puerta secreta detrás de una estatua.