Guerra a la homeopatía, fin de los recortes y mayor atención a las familias. Estos son las prioridades que marcó ayer Carmen Montón en su hoja de ruta. La nueva ministra de Sanidad, médico de profesión, dejó claro ante el Congreso de los Diputados que considera que la «homeopatía no cura» y por eso avanzó que dará la batalla contra estos productos, rechazados por la comunidad científica. Para empezar, instará a la Comisión Europea a que modifique la directiva que cataloga estos productos como medicamentos.

En el capítulo de fármacos, la ministra ratificó además que uno de sus objetivos es acabar con los copagos, empezando por los de los pensionistas con mayor vulnerabilidad. No puso fecha a este compromiso, pero en cambio aseguró que «en breve» verá la luz el decreto que devolverá la sanidad a los inmigrantes irregulares.

Asimismo, el Gobierno volverá a cotizar por las cuidadoras no profesionales de familiares dependientes, en torno a 180.000 personas, e incrementará la financiación de la dependencia, ámbito en el que 300.000 personas esperan recibir ayudas.

La titular de Sanidad puso también el foco en las familias, a las que se comprometió a ayudar con beneficios fiscales y nuevos servicios sociales. El año próximo se aprobará una estrategia de apoyo a las más vulnerables y un «calendario de vacunas común a lo largo de toda la vida».

Por último, se aprobará un reglamento de adopción internacional con el fin de racionalizar el número de expedientes y que en España haya una lista única de familias demandantes y un procedimiento común para la acreditación, control y seguimiento de los organismos de intermediación. Y, en el marco de la infancia, se comprometió llevar a las Cortes a primeros del 2019 la ley contra la violencia en la infancia, que las oenegés llevan años demandando.

Por otro lado, garantizó que el año próximo se aprobará el primer plan nacional para la prevención del suicidio y anunció un proyecto de ley «urgente» para satisfacer las demandas de los afectados por la talidomida.