Durante su visita, Miguel Angel Moratinos evitó cualquier crítica a Marruecos por abandonar a su suerte en medio del desierto a cientos de inmigrantes subsaharianos, entre ellos mujeres y niños. El titular de Exteriores afirmó que "en esta historia no hay buenos ni malos", e insistió una y otra vez en "la gran satisfacción que siente el Gobierno español ante los esfuerzos realizados por Marruecos para gestionar una situación tan compleja". El ministro repitió sus elogios a la actitud marroquí hasta en cinco ocasiones.

Preguntado por la situación de los inmigrantes que en condiciones infrahumanas viajan hacia un destino desconocido en el territorio del Sáhara Occidental, Moratinos aseguró que Marruecos le "ha garantizado el respeto a los derechos humanos de estos inmigrantes". El ministro aseguró: "El Gobierno marroquí nos ha dicho que está en conversaciones con los países de origen de esos inmigrantes para repatriarlos, y que es posible que hoy ya se rubriquen algunos acuerdos" de expulsión con estados como Camerún.