Las cifras de siniestralidad en las carreteras españolas continúan bajando. Al menos, respecto a las del año anterior. Desde las tres de la tarde del pasado viernes hasta las ocho de la tarde de ayer, día festivo en cinco autonomías, 39 personas perdieron la vida en 34 accidentes. Además, 15 sufrieron heridas graves y 30, leves.

A falta de comprobar si hubo fallecidos en España desde las ocho de la tarde de ayer hasta la medianoche, el dato es menos malo que el contabilizado en las mismas fechas del 2003: 57 muertos en 44 siniestros desde las tres de la tarde del día 14 hasta la medianoche del 17. Es decir, la reducción fue del 31,5%.

La estadística de este fin de semana ofrece un respiro. Y la de todo el año, también. Desde el pasado mes de enero y hasta el 10 de agosto, el número de víctimas mortales ha bajado un 11% respecto al mismo periodo del año anterior.

El cambio de quincena de agosto es uno de los periodos más conflictivos del año ya que, además de los desplazamientos largos de los veraneantes, hay muchos trayectos cortos debido a las fiestas patronales. El fin de semana anterior no había puesto las cosas fáciles para los responsables de la Dirección General de Tráfico (DGT) ya que 39 personas fallecieron en España. El dato fue inferior al mismo fin de semana del 2003 (48 muertos) pero sensiblemente superior al registrado el fin de semana anterior, que coincidió con la operación salida y que se saldó con 25 fallecidos.

El pasado fin de semana, al contrario que durante el 7 y el 8 de agosto, la DGT volvió a incorporar los paneles luminosos con mensajes disuasorios como La velocidad puede matar o Volver es lo importante.

ATASCOS Respecto a las congestiones, éstas se dieron ayer sobre todo en Málaga, Murcia, Tarragona y Girona. En esta última provincia, se registraron embotellamientos en la N- 340 a la altura de Cambrills (Baix Camp) y en la AP-7, en El Vendrell (Baix Pened¨s). Mientras, Valencia sufrió colas de hasta 15 kilómetros por un accidente mortal en la A-7 ocurrido en Torrent.

Informar también que los Mossos d´Esquadra detuvieron en la madrugada del domingo al lunes en Castelldefels (Baix Llobregat) a un hombre que conducía con una tasa de alcoholemia cinco veces superior a la permitida: 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire expirado.