Mientras el carnet por puntos, el endurecimiento del Código Penal o la extensión de radares han cosechado espectaculares resultados en las carreteras, la seguridad vial en las ciudades sigue siendo "la asignatura pendiente", según coincidieron ayer en destacar alcaldes y diputados de distinto color político, así como el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. De hecho, el 53% de los más de 93.000 accidentes con víctimas (muertos y heridos) que hubo en el 2008 en España, se produjeron en los núcleos urbanos, donde la reducción de las fallecidos del 2003 al 2008 fue del 31%, 14 puntos menos que en las carreteras interurbanas.

Ante este dato, la Dirección General de Tráfico (DGT) está promoviendo el intercambio de buenas prácticas y el diseño de planes de seguridad vial urbana tipo que se puedan aplicar a varios municipios. Hay ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla, que hace años que están haciendo los deberes, pero aún queda un largo camino.

Rubalcaba achacó ayer a la "difícil convivencia entre los distintos modos de desplazarse" la alta siniestralidad en los núcleos urbanos. El ministro abogó, al igual que una decena de alcaldes que desfilaron por el Congreso para exponer sus experiencias y sus reivindicaciones, por poner "coto" al vehículo privado y "devolver la calle" a los ciudadanos.

"La mejor manera de luchar contra la inseguridad vial es trabajar para cambiar la mentalidad de que el vehículo está antes que el peatón. Hay que invertir la pirámide y poner en la cúspide de las prioridades municipales a las personas", señaló el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez. El regidor de Madrid denunció que "las actuales normas de tráfico se hicieron pensando en los vehículos y, por tanto, se revelan insuficientes para solucionar los problemas en las vías urbanas".

El 38% de los 634 muertos en las ciudades en el 2008 (último dato disponible) eran peatones. Ruiz-Gallardón estuvo reivindicativo: mientras su partido, el PP, ha rechazado la nueva ley sancionadora con el argumento de que la DGT solo pretende recaudar más, él criticó que se hayan eliminado determinadas sanciones como la suspensión temporal para conducir o la pérdida de dos puntos por aparcar en el carril bus. Asimismo, solicitó que compute como falta muy grave (en lugar de grave) circular a 100 kilómetros hora en una vía limitada a 50 km/h y que se amplíen las competencias municipales para regular la circulación de bicicletas y el diseño de señales propias.