Los Mossos controlan los movimientos del conocido como 'segundo violador del Eixample', Alejandro Martínez Sinjul, que ha vuelto a Cataluña después de dejar la cárcel de Perpiñán (Francia), donde ha cumplido condena por exhibicionismo, hasta que se celebre otro juicio contra él el próximo mes de abril. Fuentes de la policía autonómica han informado hoy de que Martínez Sinjulha regresado a Cataluña, sin precisar a qué ciudad por motivos de seguridad, por lo que se ha procedido a controlar sus movimientos cumpliendo una orden de la Fiscalía Superior de Cataluña.

El 'segundo violador del Eixample' quedó libre después de que ayer acabara la condena de un año que se le impuso en Francia por exhibir sus genitales ante una niña en el país vecino. Desde su regreso y hasta el próximo día 16 de abril, cuando se le juzgará en Barcelona por otra supuesta agresión sexual a una mujerel pasado mes de mayo dentro de un tren en la parada de Arc de Triomf de la capital catalana, los mossos controlarán a Martínez Sinjul de forma 'no invasiva' para evitar que vuelva a delinquir.

Esa supuesta agresión sexual, por la que la fiscalía solicita once meses de prisión, ocurrió un año después de que el violador múltiple, condenado en 1992 a 65 años de cárcel por una decena de agresiones sexuales a niñas y adolescentes, saliera en libertad tras cumplir el máximo de 16 años de pena que le correspondían -de acuerdo con el Código Penal Anterior a 1989-, sin que se le considerara rehabilitado. El violador múltiple fue detenido en junio pasado y extraditado a Francia, donde fue condenado a un año de prisión, aunque finalmente sólo ha cumplido casi nueve meses, al beneficiarse de las reducciones de pena que prevé la legislación francesa.

La víctima de la agresión sexual ocurrida en el tren de Barcelona presentó la denuncia contra Martínez Singul tras identificarlo gracias a la difusión que los medios de comunicación hicieron de su imagen, una vez fue detenido por el caso de exhibicionismo a una escolar de Perpiñán. Cuando la mujer declaró ante el juez instructor no pudo afirmar con rotundidad que Martínez Singul fuera la persona que había intentado tocarle sus genitales cuando el tren en el que viajaba llegaba a la estación de Arc de Triomf, mientras que el violador negó cualquier implicación en la agresión sexual de Barcelona.