Agentes de la Guardia Civil corrían ayer de una punta a otra de la terminal 4 de Barajas intentando sofocar las protestas de los miles de pasajeros afectados por los retrasos y cancelaciones de vuelos e incluso desalojaron a centenares de clientes amotinados dentro de tres aviones. Por suerte, el temporal amainó, pero dejó espacio a una tormenta política que llevó a Mariano Rajoy a pedir la dimisión de la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, por su "ineficacia" e "imprevisión". Anoche se supo que esta pedirá compadecer en el Congreso para informar del funcionamiento de las infraestructuras durante la tormenta.

Los problemas más importantes por la nevada de la víspera se registraron en Barajas, aunque también, por efecto dominó, hubo caos en otras ciudades, con pasajeros frustrados por no poder alcanzar la capital. El aeropuerto funcionó a medio gas para dar servicio a los 985 vuelos previstos: con dos de las cuatro pistas abiertas hasta el mediodía; por la tarde se abrió la tercera. Hasta las ocho de la noche, se habían efectuado 644 operaciones y cancelado más de 100, de manera que el número de pasajeros que se quedaron en tierra no dejó de aumentar.

SIN MALETAS NI COMIDA Los problemas más graves los tuvieron los viajeros que ya se habían quedado en tierra el viernes por la gran nevada. Las compañías aéreas cancelaron ese día 571 vuelos, que afectaron a 45.000 pasajeros que ayer empezaron a ser reubicados en otros aparatos. Miles de esos damnificados hicieron noche en el aeropuerto sin maletas, sin comida y sin la confirmación de un nuevo vuelo.

El malhumor acumulado tras más de 24 horas deambulando de un lado a otro llevó al pasaje de tres vuelos con destino a Buenos Aires, Montevideo y Lima a amotinarse, y la Guardia Civil tuvo que intervenir para desalojar a los afectados. En el caso del vuelo a la capital argentina, se rebelaron después de haber sufrido un retraso de 24 horas a causa del temporal y tras haber sido embarcados y desembarcados a las tres de la mañana.

Así que ayer, al mediodía, cuando estaban de nuevo en sus asientos con los dedos cruzados y escucharon por megafonía que el avión no despegaría porque la tripulación "había excedido su tiempo de actividad" y tenía que descansar las 10 horas y media reglamentarias, se negaron a abandonar la nave. Solo lo hicieron después de llegar a un pacto con la compañía, gracias al cual fueron alojados en un hotel madrileño y tuvieron el compromiso de salir esta madrugada.

El cierre de cinco horas que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) decretó en Barajas el viernes por la fuerte nevada siguió siendo criticado. Rajoy estimó la medida de "impropia de un país civilizado en pleno año 2009". El líder del PP declaró que el caos que la ciudad madrileña vivió el viernes se debió a la ineficacia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y consideró que la ministra de Fomento es una "pesadilla" para la sociedad española.

DE LAS CARRETERAS NO HABLA De lo que no dijo ni una palabra Rajoy fue del desconcierto de miles de automovilistas atrapados en las carreteras competencia de la Comunidad de Madrid, gobernada por su compañera Esperanza Aguirre.

El director de la división de aeropuertos de AENA, Javier Marín, explicó ayer que con una nevada tan continua como la del viernes no es posible garantizar la seguridad y desarrollar a la vez las labores de limpieza necesarias en las pistas. Añadió que Barajas fue reduciendo poco a poco el número de despegues y aterrizajes hasta que fue imposible mantener la operatividad, con el problema añadido de la baja visibilidad. También recordó que en los últimos meses otros grandes aeropuertos como los de Milán, París y Nueva York han suspendido las operaciones por culpa de la nieve.

10 GRADOS BAJO CERO Diez provincias estaban ayer en alerta naranja por el riesgo de fuertes nevadas y termómetros más allá de los 10 grados bajo cero. La red de carreteras estaba anoche abierta, con restricciones en tramos de Zaragoza, Alicante y Aragón. En la red secundaria, sin embargo, seguían cerrados 12 puertos de montaña y en 25 eran necesarios las cadenas. Renfe no registró ningún problema y todas las líneas funcionaron, con una única restricción de velocidad en la línea de Barcelona a Madrid en el tramo entre Mejorada del Campo (Madrid) y El Burgo de Ebro (Zaragoza).