El Servei Catalán de Transporte (SCT) denunciará ante la Fiscalía al motorista que el domingo pasado fue interceptado por los Mossos d´Esquadra cuando circulaba a 236 kilómetros por hora por una carretera de Lleida, en la que la velocidad máxima era de 90.

"El fiscal deberá determinar si un comportamiento de alto riesgo como el de este motorista puede ser juzgado como un delito contra la seguridad del tráfico.", aseguró el director del SCT, Joan Delort.

A partir de ahora, Transporte denunciará por la vía penal ante el fiscal a todos aquellos conductores cuya actitud sea considerada temeraria y ponga en peligro la vida del resto de usuarios de la vía. "Si después el fiscal o el juez que instruya la denuncia consideran que este comportamiento no merece ser tratado penalmente, entonces podremos decir con pruebas en la mano que hay que reformar el actual Código Penal.", insistió Delort.

El infractor, que conducía una motocicleta Suzuki SV-1000, fue detectado a mediodía en un control de velocidad mediante un radar instalado en un coche camuflado en Vilanova de l´Aguda (Noguera). Otra patrulla de los Mossos paró al motorista dos kilómetros después para comunicarle la sanción.

Hasta el domingo pasado, en el expediente del motorista sólo constaban dos denuncias. Una, por exceso de velocidad, fue impuesta en diciembre del 2001 cuando circulaba a 131 kilómetros por hora en la C-16. La otra denuncia, de agosto del mismo año, fue por no llevar puesto el cinturón de seguridad.