´LA MANCHA HUMANA´

DIRECTOR: Robert Benton. INTERPRETES: Anthony Hopkins, Nicole Kidman, Ed Harris. SALAS: Cáceres, Plasencia, Badajoz, Mérida.

El mayor inconveniente que posee este esmerado pero insuficiente filme de Robert Benton es que se trata de una adaptación literaria en la que lo cinematográfico perece bajo la liturgia de la palabra.

La mancha humana posee un título atractivo, dos actores excepcionales y un interesante tema: el peculiar encuentro sexual entre dos personas de intereses y edades dispares cuyos secretos vitales interfieren en la relación y acaban resultando un lastre inamovible. Pero en el terreno de los sentimientos, en el arriesgado mundo de las descripciones psicológicas, suele hacer falta una extraordinaria precisión, una estructura narrativa sin grandes huecos y, sobre todo, unos objetivos narrativos claros y concisos.

Este es el segundo gran defecto de la película, ya que trata de profundizar en la relación erótica entre Coleman Silk (Anthony Hopkins) y Faunia Farely (Nicole Kidman), la intensa amistad entre Coleman y Nathan Zuckerman (Gary Sinise), la truculenta historia de desamor entre Faunia y su marido Lester (Ed Harris), las diversas relaciones románticas entre un joven Coleman (Wentworth Miller) y sus primeros amores, su tormentosa situación familiar desde la infancia. Resulta, en fin, poco probable el éxito narrativo cuando hay que resumir en menos de dos horas un universo emocional y psicológico tan complejo.

Quizá todo lo que se pueda decir de este filme se resume en la hermosa escena en que Coleman y Nathan bailan en el porche el Cheek to cheek poco después de haber consolidado su amistad, bajo una bella noche estrellada. Magníficamente fotografiada, interpretada con esmero por Hopkins y con excelencia por Sinise, su lugar impreciso en la historia y la pérdida posterior de su significado en la globalidad del filme provoca que pierda gran parte de su fuerza.