´LA CAMARA SECRETA´

DIRECTOR: Marc Evans. INTERPRETES: Sean Johnson, Kris Lemche, Larua Regan. SALAS: Cáceres, Badajoz.

La primera y más viva sensación que se mantiene nada más terminar de ver La cámara secreta es la de que todo lo que nos ofrece lo conocíamos ya. Por citar sólo dos manantiales de inspiración: Viernes 13 , El proyecto de la bruja de Blair , fuentes ambas nada memorables, por otro lado. Una vez asimilado el filme, nos asalta la certeza de que lo olvidaremos muy pronto.

Un grupo de cinco jóvenes se apuntan a un concurso de convivencia organizado a través de internet cuya norma fundamental es que si uno abandona, todos pierden. Pronto comenzarán a ocurrir acontecimientos terribles que dan qué pensar sobre si se trata en realidad de un concurso. Con este argumento podría llegar a decirse que el filme propone reflexiones sobre los límites del género televisivo gran hermano (veáse El show de Truman , magnífica película) o las peculiaridades de la falta de seguridad en la comunicación vía internet, pero son temas que tan sólo revolotean para quien quiera atraparlos al vuelo.

Hay demasiado ruido para poder pensar, en esta película. Y es que, abandonada la posibilidad de ahondar en ningún tema de interés, su director podría haber tratado de explorar la pura mecánica del terror cinematográfico, investigar nuevos modos de generar miedo a través de la puesta en escena de la multicámara.

Pero se contenta con saturar la banda sonora de ruidos de origen desconocido, ofrecer epatante sangre roja y un par de sustos durante el último cuarto de hora que nos pueden despertar del letargo y hacer que nos preguntemos si han merecido la pena los anteriores ochenta largos minutos de rutina, vulgaridad y aburrimiento.