La pedagoga Marta Mata, presidenta del Consejo Escolar del Estado e impulsora de la renovación de la escuela pública en la Transición, murió ayer en Barcelona a los 80 años tras sufrir un infarto cerebral.

Políticos, sindicatos, patronales de la enseñanza y asociaciones de padres elogiaron ayer sin fisuras la figura de Mata, a quien han recordado como una firme defensora de la escuela pública y laica de calidad, siempre "coherente con sus ideas" y abierta al diálogo. "Una maestra de escuela y una maestra de maestros, una persona absolutamente imprescindible en la educación", expresó desde Madrid el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

Nacida en Barcelona en junio de 1926, Mata estuvo vinculada a la educación desde su infancia y en 1965 fundó la escuela de maestros Rosa Sensat, con la que desarrolló sus especialidades de pedagogía y didáctica de la lengua escrita. El 5 de junio, esta pedagoga, autora de libros y artículos relacionados con la educación, ingresó en un hospital aquejada de un amago de angina de pecho, que derivó en un infarto cerebral.