LLos franceses perdieron ayer a una de sus personalidades más queridas. A los 94 años, el sacerdote Henri Groués, más conocido como Abbé Pierre --su nombre de guerra durante la resistencia contra los nazis-- falleció en un hospital a causa de una bronquitis. Fundador en 1949 de las comunidades Emmaüs para ayudar a los sin techo, ha sido un cura heterodoxo y, sin duda, el más mediático del país.

Precursor, en los años 1950, de la utilización de los medios de comunicación para llamar la atención de la sociedad, este monge capuchino se proclamaba "en guerra contra la miseria". Durante los años 90 el Abbé Pierre se encontraba a la cabeza de las personalidades preferidas de los franceses tras relevar en la plaza al comandante Cousteau y antes de pasar el testigo al futbolista Zinedine Zidane.

El pasado año sorprendió al confesar, en sus memorias, que siendo sacerdote había mantenido relaciones sexuales esporádicas con diversas mujeres. "El voto de castidad no suprime el deseo" admitió para añadir que nunca había permitido que el deseo "echara raíces". En el libro defendía el celibato voluntario de los curas, la incorporación de la mujer al sacerdocio y la unión entre homosexuales. No por contradecir la doctrina de la Iglesia era menos querido. "Francia pierde una inmensa figura, una conciencia, una encarnación de la bondad", lamentó ayer el presidente Jacques Chirac.

El presidente además ha decidido organizarle un "homenaje nacional". Fuentes del Elíseo indicaron que se celebrará el viernes con un funeral en la catedral Notre Dame de París al que asistirá Chirac y su Gobierno.

No obstante, y en contra de lo que suele ser habitual en estos casos, las banderas no ondearán a media asta en los centros oficiales a petición de la familia.

El "homenaje nacional" es una fórmula de carácter excepcional y los últimos se organizaron con motivo de la muerte de Juan Pablo II y por las víctimas del 11-M, informa Efe.