El alcalde más longevo de España, Gregorio García Antonio, murió hoy a los 92 años de una parada cardiorrespiratoria, minutos después de cumplir con el sueño de poner la primera piedra de la residencia de ancianos de Sinlabajos, localidad de 166 habitantes, de la que era regidor de forma ininterrumpida desde 1979. Como ha dicho hoy el presidente de la Diputación provincial, Agustín González, el alcalde más viejo de España ha muerto poco después de ver culminada una de sus mayores aspiraciones como regidor de su municipio.

Nacido el 24 de diciembre de 1915, el socialista García Antonio cumplió hace apenas dos semanas 92 años llevados con una lucidez que le hacía sentirse un "viejo joven", ya que tras conseguir en las pasadas elecciones municipales el 62,68 por ciento de los votos, se veía con fuerzas para volver a presentarse en 2011. El Comité Provincial del PSOE de Ávila, celebrado el pasado 29 de diciembre, le designó como número tres de la lista al Congreso de los Diputados, por detrás del secretario provincial del partido, Pedro José Muñoz, y de la ex responsable de Juventudes Socialistas, Mónica López.

Precisamente su muerte se produjo esta mañana cuando el Comité Federal de Listas daba su visto bueno a esta candidatura. Una casualidad más que añadir a la de su muerte en acto de servicio, instantes después de colocar, junto a la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Amparo Valcarce, la primera piedra de la futura residencia de ancianos en su pueblo que lleva su nombre.

Gregorio García tenía a gala que las metas que se proponía las fue cumpliendo y se enorgullecía de que el pasado 24 de julio fue recibido en el Palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero pocas semanas después de solicitarlo. Hasta allí acudió acompañado por su bastón y por Gregorio García López, uno de sus cinco hijos, que ha tenido con su esposa Inocencia.

Gregorio García Antonio, que ha disfrutado de trece nietos y siete biznietos en su larga vida, reconocía tener aún "aptitudes físicas y mentales para estar otros cuatro años" al frente de su pueblo, aunque se ha enfrentado a situaciones adversas derivadas de las convicciones políticas de su familia. Sufrió el fusilamiento de su padre a manos de "los falangistas", para que años después, entre 1946 y 1947, fuese encarcelado durante diecinueve meses por "luchar contra la dictadura", según decía.

Pese a todo lo sufrido, recordaba con humor aquella época en la que los presos le nombraron cabo, lo que daba prueba de su carácter abierto y de una mente lúcida que le hacía recordar aspectos concretos de su vida, como el momento en el que en 1979 se convirtió en alcalde de su pueblo, al lograr 6 de los 7 concejales en juego.

El alcalde Gregorio García ejerció como agricultor, herrero y barrenero, estuvo afiliado a la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) y fue una de las personas que contribuyó a crear la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en La Moraña. Además de ser alcalde de Sinlabajos desde 1979 y presidente de honor del PSOE de Ávila desde 2000, García Antonio fue procurador entre 1983 y 1987 y diputado provincial desde 1991 hasta 1995.

También disfrutaba, además de con la política, tocando el laúd y haciendo trabajos de forja para sus nietos. El alcalde más longevo de España trabajaba en la actualidad en un libro de memorias que ha quedado interrumpido con su fallecimiento esta mañana.