Un hombre murió en la localidad pontevedresa de Vilaboa tras un tiroteo con agentes de la Guardia Civil, uno de los cuales resultó herido de gravedad.

El suceso ocurrió cuando los agentes dieron el alto a la víctima en un control de alcoholemia por conducir de forma temeraria debido a su estado de embriaguez.

El fallecido, Roberto Roupeiro, de 52 años y natural de la localidad pontevedresa de Redondela, disparó varias veces contra el coche policial, hiriendo de gravedad a uno de los agentes, que recibió tres impactos de bala.

Por este motivo, y con el fin de repeler la agresión, el compañero del agente herido disparó contra el coche del agresor, que cayó por un terraplén.