El cadáver que halló hoy la Policía Nacional junto a la vía férrea Madrid-Andalucía en Valdepeñas, corresponde a un varón de 27 años, quien, según dijeron a Efe fuentes de la investigación siguiendo la principal hipótesis, debió tratar de apearse del tren en marcha, la madrugada del lunes.

El joven, que viajaba en un coche-cama del Talgo 997 procedente de Barcelona y con destino a Málaga, no presentaba ningún signo de violencia, confirmó a Efe la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real.

El cadáver, hallado entre Manzanares y Valdepeñas, a la altura del kilómetro 190 de la Autovía del Sur, que discurre en paralelo a la vía férrea, fue encontrado poco antes de las 11.00 horas.

El Centro de Seguridad de Renfe de Valdepeñas había alertado a la Policía Nacional de la falta de un pasajero a las 5.50 horas de la madrugada del lunes, después de que el revisor le hubiera echado en falta al hacer un recuento de pasajeros.

En rueda de prensa, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, explicó esta mañana en Toledo que algunos de los viajeros del tren escucharon ruidos, y que los revisores, al hacer un recuento de los pasajeros, echaron en falta a uno de ellos.

Efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional rastrearon en las últimas horas más de veinte kilómetros de vía para poder hallar el cadáver, que estaba medio oculto entre los matorrales próximos, precisaron las fuentes, que indicaron que nadie de los que viajaba en el tren vio nada extraño.

La Policía verifica ahora la documentación encontrada en el bolso bandolera del joven, cuyo cuerpo se encuentra en el cementerio municipal de Valdepeñas, donde se le practicará la autopsia para poder determinar las causas que provocaron su muerte, previsiblemente, el fuerte golpe que recibió al caer del tren.-