Crece la alarma en Europa. Un equipo de expertos de la OMS se desplazó ayer a Turquía para determinar las causas de la propagación de la gripe aviaria en la zona oriental de este país, donde tres adolescentes hermanos han muerto --el último, ayer-- y otros 15 están hospitalizados tras haber contraído la enfermedad.

Según las autoridades turcas, las tres víctimas habían jugado con las cabezas de los pollos muertos y consumido animales enfermos. Fueron hospitalizados la pasada semana cuando enfermaron con fiebre alta, tos y hemorragias en la garganta.

Las tres muertes son las primera que se registran fuera del sureste asiático, foco principal de la enfermedad, donde la mortal cepa H5N1 se ha cobrado la vida de más de 70 personas y ha forzado a sacrificar a millones de aves.

El jefe médico del hospital de Van, Husein Avni Sahin, confirmó ayer que desde el 31 de diciembre han llegado al centro con síntomas unas 40 personas.

"Creemos que 23 de ellas están contagiadas de gripe aviaria, 8 están bien y no han tenido que ser ingresadas, pero 15 están en la cama", detalló el médico.