El Gobierno búlgaro envió dos aviones al lago macedonio de Ohrid, escenario ayer de un naufragio en el que murieron 17 personas, de las que doce son búlgaros, para repatriar los cadáveres y recoger a los conciudadanos rescatados.

Altos cargos búlgaros, incluido su presidente, Georgui Parvanov, decidieron desplazarse al lugar del siniestro causado posiblemente por el exceso de pasaje en la embarcación.

En el naufragio perecieron 17 personas, una fue dada por desaparecida, cinco resultaron heridas y 50 fueron rescatadas", precisó en una última versión oficial en Ohrid la ministra macedonia del Interior, Gordana Jankulovska.

Sin embargo, otras fuentes como las agencias locales y la prensa búlgara, daban hasta 22 muertos a falta de más claridad oficia. De los 73 pasajeros a bordo de la embarcación, 62 eran búlgaros. "Esta es la situación por ahora, es posible que cambie. Según informaciones hasta ahora disponibles, a bordo del barco iban 73 personas", advirtió Jankulovska.

En Sofía, el primer ministro, Boiko Borisov, declaró hoy para mañana, lunes, un día de luto nacional por la muerte de los doce ciudadanos búlgaros.

Borisov anunció también que el Gobierno había enviado a Ohrid otro avión para repatriar a los supervivientes.