Está completamente ida. Fuera de este mundo, al que regresa sólo para romper desconsolada a llorar cuando recuerda lo que ha hecho. María Rosa M. A., la madre que el sábado ahogó a sus dos hijos de 2 años y 8 meses en la bañera, prefirió ayer no declarar ante los inspectores del grupo de homicidios de la policía de Barcelona, que la visitaron en el Hospital de Vall d´Hebron, donde permanece ingresada y detenida.

Su abogado optó porque su clienta declare sólo ante el juez, cuando la mujer pueda ser dada de alta y sea presentada ante el magistrado. De todas maneras, los investigadores dudan de que la madre, que el día del doble asesinato cumplió 35 años, pueda aportar muchos datos que ayuden a encontrar la razón que la empujó a matar a sus hijos.

La mujer se encuentra ingresada en una habitación del centro médico y está vigilada las 24 horas por una pareja de agentes de la policía, no sólo por su detención sino porque existe un "riesgo real", de que intente suicidarse de nuevo, indicaron fuentes de Vall d´Hebron. Su familia no ha dejado de atenderla desde que fue ingresada y el padre de los bebés se ha ido unos días a Llagostera.