LAS VICTIMAS eran vecinos de la pedanía de Ribera de Cubas en Jorquera (Albacete). El incendio que acabó con su vida se produjo cuando ambos se encontraban en su casa derritiendo cera de abeja que se inflamó causándoles quemaduras de tercer grado en el 90% del cuerpo. La madre tenía 38 años y el niño 6.