Una mujer de 24 años y nacionalidad marroquí, K. E. H., está en muerte cerebral después de que su marido, A. O., de 42 años, cogiera una lámpara y le propinara un fortísimo golpe en la cabeza. La paliza tuvo lugar el jueves por la noche en el domicilio que ambos comparten junto a su hijo, un bebé de 6 meses, en Caudete (Albacete).

El bebé ha sido entregado para su cuidado a un matrimonio de la localidad que se encargaba del pequeño cuando los padres se ausentaban para trabajar.

El presunto agresor, que trabajaba en la construcción, continúa desaparecido y está en búsqueda y captura. Si finalmente la joven marroquí muere, el número de mujeres asesinadas por sus compañeros se elevaría a 26 en lo que va de año.