Una mujer de 43 años murió en el hospital Ramón y Cajal de Madrid tras ser apuñalada hoy presuntamente por su hijo, de 23 años, quien también hirió de gravedad con arma blanca a la pareja de su madre, de 27 años, y a una compañera de piso de ésta, de 42, durante una reyerta en el distrito de San Blas. Tanto la madre como el hijo y la pareja de la madre son de origen dominicano, posiblemente nacionalizados españoles, mientras que la otra mujer herida es de nacionalidad paraguaya, informaron fuentes policiales. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía explicaron a Efe que a las 07:50 horas el 091 recibió una llamada en la que se informaba de unas agresiones en un domicilio particular en la segunda planta de la calle San Narciso, número 26, del madrileño barrio de San Blas. Hasta allí se desplazó una unidad, que procedió a la detención del joven de 23 años. Como consecuencia del aviso, el Summa acudió a esta vivienda y atendió a una mujer de 43 años, la madre del presunto agresor, con una herida incisa en la espalda y la trasladó en estado muy grave al Hospital Ramón y Cajal donde murió pocas horas después, en torno a las 11:00. La víctima sufrió una parada cardiorrespiratoria cuando era trasladada al hospital, de la que pudo ser reanimada por los médicos del servicio de urgencias extrahospitalarias, según un portavoz de Emergencias 112, y no cuatro paradas como indicaron en un principio las fuentes policiales. También fue atendido un varón de 27 años, que presentaba una herida incisa en el abdomen y cuatro en la espalda, y fue trasladado en estado grave al Hospital Gregorio Marañón. Una tercera persona, una mujer de 42 años, fue atendida por el Samur-Protección Civil de diversas heridas incisas en el hemitórax izquierdo, en la parte derecha del abdomen y en la espalda, y fue trasladada con pronóstico grave al Hospital Gregorio Marañón, según Emergencias Madrid. El equipo del Samur la ha conseguido estabilizar y trasladar al citado hospital, donde ingresó en estado grave. Por su parte, un vecino del inmueble, que no quiso revelar su identidad, explicó a Efe-Televisión que sobre las ocho de la mañana escuchó gritos y poco después aparecieron cuatro coches de la Policía y dos ambulancias. "Sacaron a un chico llorando, intentaron esposarle y no se dejaba, pero al final lo consiguieron", relató el vecino, quien señaló también que los habitantes de la casa "salieron uno por uno con heridas de cuchillo", ya que "se habían apuñalado entre sí". Según este hombre, "es la segunda vez que ocurre que se oyen gritos y pelea, y viene la Policía", y la causa de la reyerta "parece que se debe a que es gente que bebe demasiado y crea problemas entre ellos". Este vecino aseguró que conocía al joven que residía en esta vivienda de la segunda planta porque "le vemos por el pasillo", pero que la relación no pasaba de "hola, hola, nada más". El joven no había tenido "ningún problema con los vecinos, pero sí con su madre. Muchas veces discuten", señaló.