En dos semanas, dos mujeres han fallecido en otras tantas clínicas barcelonesas tras someterse a una operación gástrica para tratar la obesidad. La segunda, una mujer de 48 años, moría en la noche del viernes al sábado en la clínica Sagrada Familia de Barcelona después de haber sido intervenida en el quirófano para tratar un problema intestinal.

Al parecer, y según indicó el Defensor del Paciente, la víctima no llegó a despertar tras la operación, ya que quedó en estado de muerte cerebral. En consecuencia, la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña, anunció ayer la apertura de un expediente informativo para esclarecer lo sucedido en la clínica.