Si el Gobierno atiende las recomendaciones de la comisión de expertos, las mujeres que quieran abortar tendrán que pasar un periodo de reflexión de entre 24 y 72 horas antes de llevar a la práctica su decisión, según fuentes del Ministerio de Sanidad. Esta es una de las novedades incorporadas a la última versión del informe que prepara el comité designado por el Ministerio de Igualdad, y que recoge también la posibilidad de que se pueda abortar hasta las 22 semanas cuando esté en peligro la salud física, psíquica o incluso psicosocial de la madre.

La idea de los expertos es darle un margen de tiempo a la embarazada para que medite su decisión, lo que está en sintonía con los postulados de ciertos movimientos antiabortistas que reclaman un último esfuerzo del Estado a la hora de evitar las interrupciones del embarazo.

Los técnicos del Ministerio de Justicia que participan en la comisión han sido los que han pedido la inclusión de este periodo, cuya duración está aún por determinar. De este modo, se garantizará que no se tomen decisiones precipitadas o en caliente cuando la mujer se acoja a la posibilidad de abortar dentro de las 14 primeras semanas de embarazo, como proponen los expertos de la comisión.

SOBRE CERRADO A las que decidan ejercer ese derecho, se les facilitaría un sobre cerrado con una completa información sobre las consecuencias de la intervención y las alternativas que se le abrirían en el caso de dar marcha atrás a su idea. La embarazada conocería así las secuelas físicas y psíquicas que le puede dejar el aborto y las ayudas de todo tipo con que cuentan las que dan a luz.

Este sobre facilitaría lo que los especialistas denominan una "decisión informada", que iría acompañada del "consentimiento informado" que debe prestar todo paciente que se somete a una intervención quirúrgica. Los expertos, que han copiado el sistema de lo que se hace en otros países de Europa, proponen también que el incumplimiento de este periodo de reflexión no convierta en delictivo el comportamiento del médico, sino que genere solo una sanción administrativa por una mera falta.

LIMITE DE 22 SEMANAS Pasadas las 14 semanas de gestación, solo se podría abortar en los casos de malformación del feto y de "riesgo para la salud de la madre", con un límite común de 22 semanas. El comité ha optado por incluir un concepto moderno de salud que rebase el actual enunciado de la ley, circunscrito a la "salud física o psíquica". El objetivo es que se pueda extender el aborto a aquellos supuestos en que está en peligro la "salud psicosocial", como sucede con las personas angustiadas por quedarse en paro o por pasar graves problemas económicos en ese momento determinado.

Más allá de esas 22 semanas --frontera que marca la viabilidad del feto--, solo se permitiría la interrupción en caso de malformaciones "incompatibles con la vida", mientras que los riesgos para la salud estarían cubiertos por la posibilidad de provocar un parto prematuro.