La tenista Arantxa Sánchez Vicario, pese a que recientemente anunció su retirada del deporte profesional, cumplió el domingo con un compromiso previo y participó en el trofeo de tenis femenino celebrado en la localidad belga de Ciney.

Aunque perdió el encuentro, presumiblemente el último, Arantxa fue objeto, en plena pista, de un homenaje. Le ofrecieron un gran pastel con el que, por una parte, se anticipaba la celebración de su aniversario (mañana cumplirá 31 años) y, por otra, su despedida de las pistas.