TEtn el escenario del Gran Teatro de Cáceres, que sin los cortinajes laterales parecía más un trastero que un templo sinfónico, la Orquesta de Extremadura ofreció un concierto de altísima calidad bajo la batuta de uno de los grandes directores españoles, Antoni Ros Marbá, que este año será presidente del jurado del XV Concurso Internacional de Piano Paloma O´Shea de Santander y ha sido director titular de las orquestas de RTVE, Nacional de España y Ciutat de Barcelona. A su lado, interpretando el Po¨me de l´amour et de la mer de Chausson, la soprano María Orán, una de las más brillantes del panorama vocal, que ha cantado con las más grandes orquestas y ha grabado discos fundamentales con siete importantes compañías.

Coincidiendo con este concierto, los grupos punteros del rock duro nacional se subían al escenario del hípico en el marco del festival Extremúsica. Y para que nada faltara en Cáceres, también a esa misma hora, el grupo de percusión de moda, Mayumaná, presentaba la tercera de sus cinco actuaciones en el Auditorio. Las cifras de asistentes a cada espectáculo son reveladoras: el festival de rock reunió durante el fin de semana a 18.000 personas que dejaron en taquilla unos 50 millones de pesetas; Mayumaná atrajo a unos 6.000 espectadores que pagaron en total alrededor de 20 millones de pesetas y la música clásica llevó al Gran Teatro a 170 personas, la mitad abonados, que pagaron poco más de 100.000 pesetas. Si, como dice Javier Marías, la llamada música culta es el arte supremo, habrá que colegir que algo falla.