Erine Cabrera, una niña enferma de leucemia, recibirá un trasplante de células de cordón umbilical gracias al nacimiento de una hermana, Izel, que ayer llegó al mundo en el Hospital de Sant Joan de Déu, de Esplugues. Las células sanguíneas del cordón umbilical de Izel pueden resultar curativas para Erine. El trasplante se realizará en el Hospital de Vall d´Hebron. El padre de las niñas, Christian Cabrera, explicó ayer que el cordón de Izel es "bastante grande" y dará la sangre suficiente.

La madre de las niñas se sometió la primavera pasada, en Bruselas, a un tratamiento de reproducción que aseguró que la sangre de su futuro hijo sería compatible con la de Erine, afectada por una leucemia mielomonocítica.