"Si tienes una biblioteca en el jardín, nada te falta" Marco Tulio Cicerón (106 a.c. -43 a.c.)

El pasado domingo falleció Nacha Castela, bibliotecaria de Malpartida de Cáceres, víctima de una grave enfermedad. Confieso que la noticia me llegó como un jarro de agua fría, por lo inesperado y por que era bastante joven aún. He de decir que en estos últimos años no tuve una estrecha relación con Nacha. De vez en cuando intercambiábamos pequeñas conversaciones en la biblioteca, cuando iba a estudiar o nos saludábamos en los pasillos de la casa de la cultura, durante mi etapa como miembro del grupo de teatro Tetrápolis , de esta localidad. Estoy convencido de que muchos malpartideños coincidirán en destacar sus muchas cualidades humanas.

Yo quiero hacer hincapié en su actividad como bibliotecaria, profesión por la que tenía verdadera vocación y dedicación plena.

Cuando me vine a vivir a Malpartida definitivamente, allá por el año 1982, yo tendría unos nueve años. Nacha era ya responsable de la biblioteca. La biblioteca se encontraba entonces en la Plazuela del Sol, en un antiguo edificio que hoy es la sede del Club de la Tercera Edad . La recuerdo andando con esa elegancia que le caracterizaba recogiendo y colocando en las estanterías los comics que desordenadamente dejábamos encima de aquellas largas mesas, los de Mortadelo y Filemón, Asterix o Tintín entre otros. Y nos reprendía, siempre con buenos modos, por correr entre las mesas, por no guardar silencio o no cuidar el material.

Saltando en el tiempo me gustaría hacer mención de su etapa como catequista. Yo pertenecía a un grupo que asistía a la iglesia todos los sábados por la tarde y que ella dirigía preparándonos para la confirmación.

Eramos unos quince adolescentes que intentaban aprender y a tener un poco más de fe. No solo hablábamos de religión, hablábamos de cuestiones acordes con nuestra madurez del momento. Nacha siempre escuchaba con atención y con su buen hacer, su fina ironía y su bondad para ganarse a los jóvenes, ponía en práctica su faceta como pedagoga.

El resultado ha sido un enorme cariño recibido por los que tuvieron la suerte de tenerla cerca, a caballo entre la parroquia de Malpartida y la biblioteca pública. Sé por mi padre que ha mantenido múltiples colaboraciones con el colegio público Los Arcos , y ha participado en proyectos en torno al día del libro y al fomento de la lectura. Gracias a ello ha gozado del reconocimiento de la comunidad educativa. También se involucró en la inevitable adaptación de la biblioteca a las nuevas tecnologías como la llegada de los ordenadores allá por los años 90 o el uso de Internet, hoy indispensable para la búsqueda de información.

Sólo he querido reseñar lo que Nacha ha aportado a mi pueblo en estos últimos 25 años y estoy seguro de que directa o indirectamente, muchos malpartideños han aprendido gracias a su labor.

Manifiesto mi dolor por su pérdida pero también mi orgullo por compartir con ella algunos momentos de mi vida. Sé que amaba su profesión y siempre lo demostró de forma generosa.

Fernando Agúndez Oso

Malpartida de Cáceres