Ver y estudiar la Tierra como nunca antes ha sido posible. Eso es lo que permite el mayor y más completo mapa topográfico del planeta, un proyecto liderado por la NASA que se inició hace cuatro años con la recogida de datos e imágenes desde el transbordador espacial Endeavour y que culminó el pasado jueves.

El nuevo mapa, que cubre en alta definición más del 80% de la superficie terrestre y que permite el estudio antes imposible de zonas casi permanentemente oscurecidas para los satélites por las nubes, abre un amplio abanico de oportunidades en lo que la NASA llama "aplicaciones en el mundo real". Estas van desde prever los efectos de las inundaciones hasta mejorar la seguridad aérea o estudiar la evolución de los volcanes y los efectos de los terremotos.

"Esta ha sido una de las misiones científicas más importantes de los transbordadores y probablemente la más importante de carácter cartográfico que se haya realizado jamás", explicó en el anuncio oficial de la NASA Michael Kobrick, científico del proyecto en el Jet Propulsion Laboratory de la agencia aeroespacial en Pasadena (California).

EVITAR DESASTRES NATURALES El Endeavour giró en la órbita terrestre en febrero del 2000. En la misión bautizada Shuttle Radar Topography Mission, el transbordador recopiló durante 11 días y con dos antenas de radar datos detallados y en tres dimensiones de más del 80% de la superficie del planeta. Esos datos fueron procesándose y los últimos en traducirse para el mapa han sido los de Australia, Nueva Zelanda, y más de mil islas de Polinesia, Melanesia y otras en los océanos Atlántico e Indico.

"De muchas de estas islas nunca se había hecho un mapa topográfico. Son vulnerables a subidas en las mareas y aumentos a largo plazo del nivel del mar y saber exactamente dónde irían las aguas es vital para mitigar efectos de desastres futuros como el reciente tsunami del Indico", explicó Kobrick.

Lidiar mejor con los efectos de los desastres naturales es sólo una de las funciones del completo mapa, que beneficiará a científicos, ingenieros, agencias gubernamentales y público en general, para el que la mayoría de los datos está disponible de forma gratuita en la página web http://www2.jpl.nasa.gov/srtm/. Como explica la NASA, entender la topografía de la Tierra es "crítico", además de para mitigar los devastadores resultados de desastres naturales, para "construir ciudades o planear autopistas" por ejemplo.

El mapa puede ayudar a controlar los movimientos de glaciares, planear reforestación y conservación del suelo, ayudar a crear simuladores de vuelo o localizar enclaves para antenas.

Una de las aplicaciones reales del mapa es la mejora de la seguridad aérea. Según la página en internet sobre la misión, los datos se están ya empezando a incorporar a sistemas de navegación para avisar a las aeronaves si se están acercando demasiado a tierra en momentos no deseados y para incrementar la seguridad de los vuelos en aeropuertos con mucho tráfico cuando la visibilidad es limitada.

El proyecto que ha culminado ahora ha estado liderado por la NASA, que ha trabajado en cooperación con la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial de EEUU y las agencias espaciales de Alemania e Italia.