La sonda de la NASA Cassini detectó en 2015 en una luna de Saturno, Encélado, unos compuestos esenciales para las formas de vida más básicas: el hidrógeno y el dióxido de carbono. Así lo anunció ayer un estudio publicado este jueves en la revista Science.

Según el trabajo, estas sustancias son el resultado de la actividad hidrotermal que se produce en el fondo del océano que se halla bajo la superficie helada de la luna de Saturno. Si en ella existieran formas de vida primitivas, como por ejemplo bacterias, podrían sustentar su supervivencia en estos compuestos.

En efecto, la combinación de hidrógeno y dióxido de carbono llevada a cabo por las bacterias (o «metanogénesis» porque su producto es el metano) es el proceso básico de la vida en la Tierra.

Con este hallazgo, Encélado pasa a ser el mejor candidado a sitio habitable fuera de la Tierra, según la NASA. Se ha demostrado que la luna dispone de todos los ingredientes esenciales para la vida, menos el fósforo y el azufre. Sin embargo, los científicos sospechan que la composición química de las rocas del planeta los contenga.

La sonda Cassini detectó los compuestos en una especie de geyser que emerge del polo sur de Encélado. En 2005, la sonda estaba midiendo la actividad de otra luna, Titan, cuando detectó esa expulsión de gases en Encélado. Por esto, los científicos orientaron los instrumentos hacia esta segunda luna. En 2015, la sonda llevó a cabo su inmersión más profunda en el geyser y obtuvo una muestra de su composición: 98% de agua, 1% de hidrógeno y 1% de otros gases, entre los cuales dióxido de carbono y metano.

«El hidrógeno encontrado tiene casi todos los ingredientes que necesitarías para soportar la vida en la Tierra», afirmó en una conferencia de prensa Linda Spilker, una de las científicas de la sonda espacial internacional Cassini, que orbita Saturno desde 2004 y que pronto pondrá fin a su misión estrellándose contra el planeta de los anillos.