La Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) está desde ayer en ruta hacia Marte. A las 7.43 horas en Cabo Cañaveral (las 13.43 horas en España), y tras dos días de retrasos por problemas técnicos, la NASA pudo finalmente lanzar la sonda, cuya llegada a la órbita del planeta rojo está prevista para marzo del año que viene.

La nave, que pesa 2.000 kilos y tiene el tamaño de un pequeño autobús, es el centro de una misión que servirá para investigar el planeta rojo y preparar futuros vuelos. Su lanzamiento --realizado a bordo de un cohete Atlas V-- se produjo horas después de que la agencia espacial confirmara que otros vuelos, los de transbordadores, no se reiniciarán al menos antes de noviembre.

MISION DE 25 MESES Si todo funciona según lo previsto, la MRO empezará en noviembre del año que viene una misión científica de 25 meses. Situada en la órbita del planeta a unos 306 kilómetros de distancia de la superficie, recogerá datos que deben permitir un mayor detalle en las observaciones de la superficie y la atmósfera marcianas.

La MRO va equipada con un radar que buscará reservas de agua bajo la superficie del planeta. Esa búsqueda de agua o de pruebas de que alguna vez la hubo es el eje de la exploración de Marte.

En el programa de los transbordadores las noticias no son tan buenas. Dos días después de que el Discovery volviera a la Tierra, la agencia confirmó que no habrá nuevos lanzamientos al menos hasta noviembre. La razón es que no logran determinar los motivos por los que se siguen produciendo desprendimientos de materiales en los lanzamientos, lo que causó la explosión del Columbia en el 2003.