Quince inmigrantes subsaharianos, entre ellos un bebé de nueve meses, murieron la madrugada de ayer tras naufragar dos pateras que intentaban alcanzar la costa este de Fuerteventura, una cifra que lo convierte en el segundo peor accidente de este tipo ocurrido este año en el litoral español. Los equipos de rescate continúan, al cierre de esta edición, buscando a otro extranjero, cuya desaparición fue denunciada por los 46 sin papeles que consiguieron llegar a nado a tierra firme.

Los cadáveres fueron localizados cerca del barranco de La Cueva, en la zona de Jacomar, en el municipio de Antigua, una zona costera muy rocosa y con numerosos arrecifes donde las pateras encallaron. Salvamento Marítimo puso en marcha la operación de rescate cuando los inmigrantes que consiguieron llegar a tierra fueron localizados, por la mañana, deambulando por los caminos de la isla, y denunciaron la desaparición de sus compañeros.

Cuatro cadáveres fueron hallados hacia las 9.30 de la mañana cerca de las embarcaciones encalladas en las rocas. Miembros del grupo especial de actividades subacuáticas encontraron los otros 10 cuerpos unas cinco horas después, hundidos en el agua. Todos los fallecidos son varones de origen subsahariano. Según afirmó un portavoz de la Guardia Civil, en una patera viajaban treinta inmigrantes, y en la otra,treinta y dos.

Según la madre del bebé de 9 meses --que también viajaba en una de las pateras--, el pequeño estaba en brazos de su padre, uno de los hombres que se ahogó, por lo que se supone que cayó al agua con él (como se comprobó anoche). Los cuerpos de los fallecidos fueron trasladados al hospital de Fuerteventura y desde allí al tanatorio del cementerio de Puerto del Rosario, donde permanecerán hasta que el juez decida qué hacer.