De los siete planetas clásicos, además de la Tierra, cinco ya eran conocidos en la antigüedad: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. El sexto en proximidad al Sol, Urano, fue descubierto en 1781 por William o Wilhelm Herchell, un astrónomo alemán que trabajaba para el rey de Inglaterra. Y la identificación del siguiente, Neptuno, es motivo discrepancia, pues se sigue atribuyendo en dura competencia a tres astrónomos de principios del siglo XIX (el alemán Galle, el francés Le Verrier y el británico Adams), aunque hoy sabemos que Galileo lo vio en 1611.