El neumólogo extremeño Fernando Masa Jiménez, coordinador de un estudio sobre los efectos de la siesta en la salud, destacó ayer que su práctica habitual durante más de media hora evidencia que se padecen apneas de sueño, asociadas a una mayor mortalidad.

Masa, jefe de servicio de Neumología del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, señaló que este estudio, realizado en 400 personas, demuestra que la siesta "duradera" -la de más de treinta minutos-- se asocia con la apnea del sueño, patología que consiste en sufrir frecuentes paradas respiratorias cuando se duerme porque la caída del velo del paladar cierra el paso del aire por la faringe.

Explicó que esta apnea --que sufren de forma estable dos millones de españoles y varios más de modo leve-- provoca de 600 a 700 interrupciones del sueño durante la noche, algunas de más de diez segundos, "por lo que cuando el enfermo despierta está cansado y necesita dormir luego la siesta".

Este neumólogo matizó que la siesta de breve duración sí supone un hábito "saludable" pues tener sueño después de comer es "un hecho fisiológico" desde el nacimiento.

Explicó que el estudio sobre la siesta, presentado en el XXIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Reparadora (SEPAR), que ayer se clausura en Sevilla, revela que no se duerme la siesta habitualmente más de media hora por falta de sueño, ya que los analizados declararon dormir una media de 7,4 horas al día, tiempo suficiente para reparar el cansancio de una jornada.

Por ello recomendó a quienes duerman habitualmente siestas de más de media hora que consulten con el médico, pues es probable que sufran apnea de sueño y, consiguientemente, hipertensión arterial, grave factor de riesgo de mortalidad.

LOS CONSEJOS Por ello recomendó a quienes duerman habitualmente siestas de más de media hora que consulten al médico, pues es probable que sufran apnea de sueño y, consiguientemente, hipertensión arterial, factor de riesgo de mortalidad.

Masa indicó que un 30% de los españoles practica la siesta duradera y pueden sufrir apneas de sueño y, relacionado con ello, una mayor mortalidad.

"Si una persona duerme de siete a ocho horas y al día siguiente necesita dormir la siesta más de media hora es que le pasa algo anormal", concluyó.