El director de la celebrada Billy Elliot, Stephen Daldry, ha subido el listón intelectual de las producciones de Hollywood con Las horas (The hours), una adaptación de la novela de Michael Cunningham que evoca el universo personal y literario de Virginia Woolf a través de tres mujeres y otras tantas épocas: la propia autora (Nicole Kidman) mientras escribe la novela Mrs. Dalloway en 1923; un ama de casa insatisfecha que lee la obra en los años 50 (Julianne Moore), y una editora neoyorquina del momento presente (Meryl Streep) que prepara la fiesta de cumpleaños de un examante (Ed Harris), víctima del sida.

Daldry ha tenido el acierto de mezclar el proceso de creación literaria con las vivencias de la propia autora y de quien lee la misma obra bastantes años después. De este modo, el realizador británico modela un universo concéntrico y a la vez plural, dadas las distintas realidades vivenciales de las tres protagonistas.

El acercamiento de la cámara a estos distintos modelos de alma femenina es sumamente detallista y sensible. No hay concesiones, ni atisbos de melodrama barato. Es una mirada dura --como lo fue en su momento la de Virginia Woolf-- pero no exenta de calidez.

La interpretación de Nicole Kidman es inmejorable. Para este papel la actriz tuvo que someterse a un proceso de maquillaje, con prótesis en la nariz y otros inventos que la afean y la dejan casi irreconocible.

Casi, porque su mirada no admite trampas. Kidman se come, sin paliativos, a sus compañeras de reparto.

El director compareció ayer en Berlín ante la prensa con Ed Harris y Nicole Kidman.