El Gobierno de Nigeria ha presentado una demanda contra la compañía farmacéutica Pfizer, a la que acusa de haber experimentado en 1996, sin su autorización, un medicamento contra la meningitis en 200 niños nigerianos. De ellos, 11 habrían fallecido por los efectos tóxicos del fármaco. Los demandantes solicitan una indemnización de 7.000 millones de dólares para compensar, según han dicho, a las familias afectadas.

La farmacéutica norteamericana, uno de los laboratorios más poderosos del mundo, está acusada de haber actuado bajo la cobertura de una supuesta acción humanitaria, ya que la administración de aquel fármaco en ensayo --de marca Trovan (trovafloxacina)-- se produjo en el transcurso de una grave epidemia de meningitis y sarampión que afectó a Nigeria hace 11 años, causando miles de muertos.

Un portavoz de Pfizer negó ayer que el Gobierno nigeriano no hubiera concedido su autorización para el desarrollo del ensayo, y aseguró que antes de aplicarse en Kano --el estado de Nigeria donde se dio-- había sido experimentado en 5.000 personas de Europa, EEUU y Japón. El medicamento, añadió Pfizer, estaba en la última fase de su desarrollo clínico cuando se probó en Nigeria. La farmacéutica alegó asimismo que cinco de los niños fallecidos habían recibido el segundo fármaco que se empleó en la experimentación para establecer una comparación sobre la eficacia de ambos.

Trovan no se administra en norteamérica ya que en 1999 la Food And Drug Administration, máxima autoridad en fármacos de EEUU, alertó sobre la elevada toxicidad hepática del producto y pidió "gran prudencia" en caso de utilizarlo.

El 20 de mayo, el estado de Kano presentó una demanda contra Pfizer, en la que pedía una indemnización de 2.750 millones de dólares por "haber utilizado secretamente a niños nigerianos como cobayas", constó.

El procurador general del Estado, Aliyu Umar, presentó ante el tribunal 29 cargos de acusación, entre los que se incluían los de "comportamiento antiético, complot, disimulo y muerte de víctimas inocentes".

Desde que estalló este incidente, en el 2000, Pfizer ha rechazado las acusaciones, en especial la que alude a su falta de ética. La farmacéutica afirmó que Trovan salvó algunas vidas". La oficina de comunicación del laboratorio aseguró que los padres de los niños habían sido informados "en las lenguas de su región".