Encapuchado y con las manos tapándose el rostro. Así entró ayer Alejandro Martínez Singul, el segundo violador del Eixample, en la Audiencia de Barcelona. El fiscal le acusa de un delito de agresión sexual y robo con intimidación, ambos en grado de tentativa, contra una niña de 12 años: solicita una pena de siete años y ocho meses de prisión. Martínez Singul, que salió en libertad en el 2007 tras cumplir 16 de los 65 años de cárcel a los que fue condenado por 10 casos de agresión sexual, sostuvo ser "víctima del acoso policial". El hecho se remonta al 1 de octubre del 2009, cuando Martínez Síngul persiguió a la niña y logró colarse en su portal. Una vez dentro, la acorraló en el ascensor y la amenazó. "Me pidió que me bajara los pantalones, que no me girase. Me agarró de la barriga muy fuerte", declaró la menor.